TERMALISMO PREGUNTAS FRECUENTES

¿Qué se entiende por medicina termal?

La Hidrología Médica o Medicina Termal puede definirse como lo establece la Comisión Nacional de la Especialidad, como el estudio de las aguas minerales, marinas y potables ordinarias, y sus acciones sobre el organismo humano en estado de salud y enfermedad.

El método terapéutico a base de baños con aguas medicinales hace uso de algunas de estas fuentes por sus propiedades curativas, y con el paso del tiempo, el agua de estas estaciones termales se empezó a embotellar para venderse en las farmacias, a fin de continuar los efectos de la cura después del regreso a casa.

En general, las aguas mineromedicinales, para considerarse como tal, deben cumplir alguna de las siguientes especificaciones: tener una temperatura superior a 20ºC, tener una mineralización total superior a 1000 mg/l, o
tener en su composición algún elemento especialmente activo, aunque la mineralización total sea inferior a 1000 mg/l. Además de tener alguna de estas características deben demostrar sus efectos sobre la salud y la enfermedad.
Su composición y características deben mantenerse constantes a lo largo del tiempo y sobre ellas no está permitida ninguna manipulación, excepto el calentamiento o enfriamiento, para que no se modifique su composición y se
mantengan los efectos terapéuticos. Por la misma razón deben utilizarse lo más cerca posible del manantial, ya que el contacto con el aire o su transporte pueden hacer que pierdan algunos de sus elementos.

¿Cómo puedo acceder a las curas termales?

Antes de someterse a un tratamiento termal, es recomendable una consulta o reconocimiento médico previo, bien por el médico de cabecera o por un especialista, con el fin de que puedan determinar las necesidades de su enfermedad.

De cualquier modo, las estaciones termales cuentan con especialistas que efectúan un reconocimiento médico al comienzo de la estancia y prescriben el tratamiento termal individualizado. A ellos puede acudir en caso de duda.

¿Es posible efectuar las curas termales durante todo el año?

Teóricamente sí, compatiblemente con la llamada FASE TERMAL. Por "fase termal" se entiende una fase de la enfermedad en la que la terapia termal es eficaz, con ausencia de situaciones clínicas o anatomo-patológicas que puedan constituir contraindicaciones.

La contraindicación más difundida en absoluto está representada por el fenómeno inflamatorio en acto.
Se aconseja por lo tanto no someter a crenoterapia las enfermedades crónicas en fase aguda y intervenir en las fases de quiesciencia lo más lejos posible de los momentos agudos. En caso de patologías inflamatorias con una evolución imprevisible, la precaución tiene que ser muy elevada y los criterios de fase termal de admisión deben ser objeto de una cuidadosa valutación. Se trata por ejemplo de algunos reumatismos inflamatorios crónicos caracterizados por nuevos ancendimientos onflamatorios imprevisibles o de la calculosis biliar, en la cual una terapia hidropínica puede causar ictericia colestática e imponer la intervención de urgencia.

¿Es posible hacer las curas termales durante 2 o 3 días?

La duración de las curas, es un elemento esencial en la práctica del termalismo, teniendo en cuenta que hay reacciones biológicas provocadas por las aguas mineromedicinales.

Se estima que una cura termal bien seguida, tendría que durar al menos tres semanas. Una estancia menor no garantiza la eficacia de los tratamientos, aunque sí puede servir para desconectar del vertigionoso ritmo de vida moderno, descansar y relajarse.

El periodo de tratamiento dependerá de la enfermedad a tratar y de su gravedad, por lo que es recomendable seguir las indicaciones de nuestro médico o especialista.

¿Es posible seguir una cura adelgazante en los balnearios?

Claro que sí. La mayor parte de las estructuras termales ofrecen servicios de dietología, dietas personalizadas y cursos de educación a la alimentación.

Estamos tan acostumbrados a pensar que adelgazar es sinónimo de sufrir pasando hambre o comiendo "zanahorias", pero también se puede adelgazar mientras recibimos masajes, chorros, tratamientos de belleza y comiditas especiales y apetecibles. Adelgazar sí, pero disfrutando de cuidados especiales y un entorno privilegiado. Como debe ser.

Hay balnearios que ofrecen programas de adelgazamiento que incluyen examen médico, seguimiento profesional, régimen dietético hipocalórico, gimnasia de mantenimiento, dieta de mantenimiento posterior, baños mineromedicinales adelgazantes, envolvimiento de algas, chorro reductor, gimnasia Pasiva y masaje reductor o anticelulítico, club termal. Tienen una duración de una semana por aproximadamente novecientos euros en régimen de pensión completa. Unas vacaciones ideales en las que al volver ya tendrás resuelto lo de perder los kilitos de las vacaciones.

¿Los lodos termales pueden ser aplicados en cualquier parte del cuerpo?

Se distinguen varios tipos de aplicación:

Lodo general: el emplasto de barro cubre todo el cuerpo con excepción de la cabeza, de la región anterior del cuello y del área torácica precordial; puede dejarse libre una mano para eventuales controles de la presión, terapias de emergencia, llamadas de asistencia o soccorro (timbre).
Lodo parcial: puede afectar a cada una de las articulaciones o distritos corporales.
Lodo abdominal: se coloca el barro de modo que cubra las regiones lumbares y abdominales (ej.: lodo hepático, lodo "pélvico").

¿Las curas termales tienen contraindicaciones?

Aunque no es algo generalizado, existe una serie de contraindicaciones en la aplicación de la cura termal en determinadas situaciones o enfermedades, que deberíamos tener en cuenta.

Los Tratamientos termales están contraindicados para aquellas personas que sufren alguna enfermedad contagiosa o infecciosa, procesos tumorales malignos, tuberculosis pulmonar, insuficiencias cardio-vasculares, hepáticas o renales, hipertensión arterial grave,desequilibrios metabólicos graves o importantes, o, en general, para aquellas personas que pasen por la fase aguda de cualquier enfermedad o proceso que suponga una alteración del estado general de la persona o de su capacidad de respuesta.